Lunes 10 de enero de 2022
Hace poco escuché el proyecto de una joven estudiante del cuarto semestre de ingeniería biomédica, de nombre Kiara Madrigal Alonso, quien por razones familiares ha sufrido en carne propia la frustración de no contar con lugares públicos del estado con las condiciones mínimas para personas con alguna discapacidad.
Su hermana, con problemas de movilidad, requiere igual que miles de tlaxcaltecas, de lugares aptos ya sea con rampas para sillas de ruedas, con el espacio suficiente para transitar libremente, baños adaptados para quienes necesitan soportes especiales, estacionamientos con cajones útiles para todo tipo de herramientas de soporte, ya no digamos transporte público para permitirles trasladarse, por lo menos bueno sería que aún con dificultad y ayuda de sus familiares, le hicieran “la parada” pero lamentablemente muchas veces, los choferes ni siquiera aceptan llevarlos.
Desde el ángulo que lo analicemos sale la misma, se trata de una violación sistemática de sus derechos ciudadanos, se atenta contra sus libertades porque sin darnos cuenta, la misma sociedad así lo permitimos. Me quedo corta seguramente pero hay muchos tipos de discapacidad, física, sensorial, intelectual, psíquica, visceral, múltiple.
Incluso para acudir a una ofician gubernamental o cualquier otro organismo público, se enfrentan a obstáculos que no les permiten adaptarse, vivir e incluso participar en la toma de decisiones; eso ocurre cuando en tiempos electorales tampoco hay todas las condiciones para que puedan ejercer su voto, cuando no en todas las casillas evitan el uso de escaleras, o no hay mamparas que cubran la altura de una persona en silla de ruedas por ejemplo.
El caso es que ante esas dificultades diarias a la que se enfrenta Kiara y su familia; decidió ponerse a trabajar en una aplicación cuyo objetivo es encontrar lugares públicos, de esparcimiento, restaurantes, cines, etc. que ofrezcan lugares con adaptaciones que faciliten su convivencia con amigos, familia o de manera individual; que les permitan ser parte de la sociedad como cualquier ser humano, con los mismos derechos.
Lamentablemente, son pocos lugares que atienden a la legislación que si especifica las características que deben adoptar, así que la tarea de Kiara no es sencilla, aunado a que para desarrollar la aplicación necesita financiamiento que a la fecha no consigue.
Este tipo de aplicaciones, facilitaría como nos facilitan por mencionar algunas, la plataformas de transporte, de envío de alimentos, de compras en farmacias o supermercados a quienes viven permanentemente condiciones diferentes. Ojalá estas líneas sirvan para ayudar a Kiara a lograr su objetivo.
Y de paso, ojalá aporte un poco a la reflexión de quien me lea, para ver si algo estamos haciendo mal en lo individual o colectivo por este sector de la sociedad.
Gracias por leerme en este espacio. Hasta la próxima si no pasa otra cosa.
América Montoya
