Como bola de nieve

Tlaxcala, Tlax; 21 de septiembre de 2020

Justamente así, el gobierno federal está dejando crecer la protestas que grupos feministas mantienen en la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por la falta de acción para resolver casos de feminicidios, violaciones, agresiones y violencia en general en contra de mujeres de todas las edades.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha limitado a hacer una serie de declaraciones que han dolido aún más que la inacción, como su afirmación de que en México ya no hay violencia contra las mujeres y que el 90 por ciento de las llamadas para pedir auxilio son falsas, a pesar de lo muy documentado que ha sido el incremento de violencia durante la pandemia de Covid-19.

También ha dicho que las manifestaciones se deben a que grupos conservadores le tienen coraje a la titular de la CNDH, Rosario Piedra, como si los delitos que acusan, no existieran, sobre todo cuando el mismo presidente trata de ponderar el hecho de que la servidora pública ha vivido en carne propia la violación a los derechos humanos.

Después, indignó más aún a las mujeres, su reacción por el vandalismo al cuadro de Madero, cuando a decir de ellas, debería indignarle más la comisión de delitos que nunca podrán ser restaurados  en las víctimas y sus familias.

El hecho es que desde el 3 de septiembre, colectivos y familiares de víctimas, mantienen sus gritos desesperados al grado de que ya cayeron en lo que denuncian, abusos y violencia. No hay capacidad de nadie para contener las demandas, para escuchar realmente a las quejosas, para detener más hechos violentos.

Y tal ineficiencia provocó que el movimiento se haya extendido ya a 25 estados. No hay que olvidar que el 9 de marzo del año en curso, hartas del aumento de  feminicidios y ataques, grupos de activistas convocaron a un paro nacional de todo un día, en todo el país para exigir un mayor respeto a los derechos de las mujeres.

Desde entonces no hubo empatía del presidente AMLO, luego se atravesó la pandemia y aparentemente se opacó el movimiento; sin embargo, no fue así; más que nunca hay miles y miles enojadas con el gobierno federal.

Este fin de semana, estuvo el presidente en Tlaxcala, y tratando de aprovechar la visita, familiares de mujeres desaparecidas se manifestaron para demandar su atención. Si no logra dar la importancia que el tema reclama, será otro de los muchos problemas sin resolver en nuestro país y ello, seguro se cobrará más adelante.

Gracias por leerme en este espacio. Hasta la próxima si no pasa otra cosa

América Montoya

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