Comparecencias de pena

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Hace un mes, en lo que fue la primera colaboración de este año, en este espacio se vaticinaba lo siguiente: “El balance de gobierno transcurrido, lo dará la propia gobernadora (Lorena Cuéllar Cisneros) con sus movimientos dentro del gabinete. No saldrá -como no salió del informe entregado al Congreso local ni de los discursos de la mandataria estatal en sus respectivos informes- de las comparecencias de funcionarios. Ahí esperamos pan y circo”.

Así ha sido. Hasta ahora, ni la procuradora General de Justicia, Ernestina Carro Roldán, ni el secretario de Impulso Agropecuario, Jesús de la Peña Bernal, han comparecido con éxito ante el Congreso del Estado. Su paso ante legisladoras y legisladores locales ha sido con más pena que gloria.

Véase si no: “Hay cosas que no traigo aquí para poder contestar, pero tengo un plazo de 72 horas para poder hacer lo propio, lo voy a preparar y se los vamos a presentar. Las respuestas que no traigo ahorita, me da pena no presentárselas, pero no las traigo porque sería traer una cantidad de libros para todos los proyectos y los recursos que se están bajando, pero me comprometo que con mi equipo lo vamos a trabajar”.

Fue así como se disculpó Jesús de la Peña con la no respuesta otorgada en temas agropecuarios que le competen. De nada sirvió que la bancada del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) hiciera malabares para que funcionarias y funcionarios que comparecerán cayeran en blandito y salieran con los menos moretones posibles.

¿Y entonces de que sirvió que a diputadas y diputados se les pidieran sus preguntas por anticipado? ¿Quién falló para no entregárselas a quienes iban a comparecer? Parece ser que ni la eliminación del derecho de réplica que debían haber tenido las y los legisladores sirvió de poco ante el bajo nivel que se está observando en algunas Secretarías.

Las dos primeras comparecencias son ejemplo del deficiente nivel, por decir lo menos, de secretarias y secretarios que integran el gabinete estatal. Habrá que esperar el resto de las presentaciones, pero el formato no da para mucho. Y aun así la incompetencia.

Por eso decíamos en este espacio, también en enero pasado, que la verdadera evaluación de lo que se ha querido manejar como el primer año de gobierno, se develará con los cambios que haya en el gabinete. La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, sin embargo, está esperando más tiempo del que debería esperar, tal vez haciendo tiempo para que las comparecencias en el Congreso del Estado concluyan.

Tiempo, sin embargo, es lo que menos tiene. No es lo mismo presentar un informe por escrito al Congreso, acompañado de una campaña publicitaria en la que se erogaron millonarios recursos, que resultados palpables para la población. Quienes están en el gobierno no quieren ver ni oír lo que hay afuera de sus oficinas, pero lo cierto es que hay una creciente decepción en esta administración estatal.

No es la única decepción que existe. También en los gobiernos municipales -la mayoría gobernados por Morena- tienen un grado de responsabilidad importante. Lo lamentable es que la oposición sigue adormecida debido al dardo que recibió en las elecciones de 2021.

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