Contradictorias medidas sanitarias

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Las catorce nuevas medidas sanitarias por Covid-19, aprobadas el miércoles 25 de agosto por el Consejo Estatal de Salud son, a todas luces, insuficientes por contradictorias. El gobierno saliente encabezado por Marco Antonio Mena Rodríguez asumió a medias su responsabilidad, pero deja el resto a la nueva administración que estará encabezada por Lorena Cuéllar Cisneros a partir del próximo martes.

Cierra bares y antros “hasta nuevo aviso”, pero abre las escuelas públicas de educación básica sin haber informado a los tlaxcaltecas sobre las condiciones en que abrirán.

La titular federal de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez, informó hace un par de semanas que 10 mil escuelas del país fueron vandalizadas durante el cierre de éstas por la suspensión de clases. ¿Cuántas de ellas corresponden al estado de Tlaxcala?, ¿cuántas tienen agua potable? y ¿cuántas cuentan con sanitarios adecuados para el lavado de manos de los niños y profesores? Nada se sabe hasta ahora y después, tal vez, tampoco.

Se cancela en el estadio Tlahuicole el acto de toma de protesta de Lorena Cuéllar Cisneros como gobernadora, y ahora el evento se realizará en unas instalaciones cerradas del Poder Legislativo. Algo similar sucederá con Jorge Corichi Fragoso como presidente municipal de Tlaxcala.

En contra parte, se abrirán las puertas de las unidades del transporte público, a sabiendas que en horas pico de mañana y noche éste es, a todas claras, insuficiente. Muchas unidades presentarán sobrecupo y no se respetará ninguna sana distancia. Pocos dudan de que eso suceda, entre ellos los propios transportistas, cuya mayoría querrá recuperar un poco de lo perdido. Hoy mismo, en determinados horarios existen sobrecupos en combis sin ninguna consecuencia.

Por otra parte, la autoridad estatal deja a los municipios la responsabilidad de evitar aglomeraciones afuera de las escuelas, prohibiendo el ambulantaje de pequeños vendedores ambulantes. Esa misma responsabilidad se les deja en la regulación de la afluencia en tianguis y mercados, y seguramente sucederá en bailes, ferias y fiestas masivas y privadas. ¿Acaso el Consejo Estatal de Salud no recuerda que varios de quienes ya serán alcaldes organizaron irresponsablemente bailes populares para festejar su triunfo en las elecciones?

El gobierno federal ha mostrado una total incompetencia en el manejo de la pandemia y ha fracasado en todos sus pronósticos sobre el número de contagios y muertes por Covid-19. ¿Recuerda usted que el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, dijo apenas el pasado 17 de agosto, que “probablemente” en 15 días comenzaría el declive de la tercera ola de la pandemia?

Estamos a tres días del regreso a las aulas escolares y esos números no disminuyen, más bien lo contrario, haciendo recordar su fallido pronóstico catastrófico de que esta pandemia México tendría un máximo de 60 mil fallecimientos. Por lo pronto, el miércoles las autoridades sanitarias del país informaron sobre 986 decesos en 24 horas, la cifra más alta de la tercera ola. Ala par, se sumaron 21 mil 250 nuevos contagios.

Todo ese contexto hace que López Gatell, llamado con justicia “doctor muerte”, carezca de credibilidad. Más todavía cuando la muerte de jóvenes e infantes ya empezó a registrarse en territorio nacional, sin vacuna de por medio ni promesa de que llegarán.

El Consejo Estatal de Salud asegura que habrá un seguimiento a las personas que resulten positivas de pruebas realizadas en instituciones educativas, pero la generalidad de su anuncio asusta porque no hay nada claro sobre cuántas pruebas se aplicarán diaria o semanalmente en las escuelas.

Lo cierto es que Tlaxcala se suma a la arriesgada decisión tomada por el gobierno federal de regresar a clases en plena tercera ola. El nuevo gobierno estatal lo hace, sin embargo, no con la convicción de realizar lo correcto, sino por la conveniencia política de seguir a un presidente que todas las mañanas, en sus conferencias, no se comporta como tal sino como un candidato en campaña que polariza con su decir y con su hacer. Esa polarización llega, ya está, en la decisión del regreso a clases.

Comentario: La revelación del posible nombramiento de Antonio Flores Sánchez como notario público, es un golpe directo al corazón de la próxima gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros. No puede ser de otra manera considerando que ese abogado es yerno suyo.

Se pensaba que el cochinero de las nuevas notarías podía llegar solamente al secretario de Gobierno, Aarón Pérez Carro, como nuevo notario, pero no. Todo hace indicar que existe un acuerdo entre gobernador saliente y gobernadora entrante para ocupar las dos vacantes existentes.

De concretarse ese nombramiento, Lorena Cuéllar entraría a su gobierno con el pie izquierdo. Ningún buen ejemplo para quienes le acompañarán en su gabinete, y se quedaría, además, sin discurso.

El presidente Andrés López Obrador perdió mucho cuando sus hermanos fueron evidenciados de recibir dinero en efectivo que, todo hace indicar, fue a parar al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Algo semejante acompañaría a Cuéllar Cisneros durante toda su administración. Y más allá.

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