Adriana Dávila Fernández
Diputada federal
Han concluido las campañas electorales. Candidatas y candidatos han presentado sus propuestas. Las autoridades electorales afinan los detalles para que todo está listo para el desarrollo de los comicios en los que podrán participar más de 93.5 millones de personas, de las cuales, 3.5 millones son jóvenes que acudirán por vez primera a las urnas.
Después de este periodo intenso, ahora toca a las y los electores procurar unos momentos de reflexión, de análisis, para allegarse de más información, valorar trayectorias y conocer un poco más las distintas plataformas electorales, antes de llegar a las casillas el próximo domingo 6 de junio. Hoy no tenemos pretexto alguno ni limitantes para obtener más datos.
La jornada electoral en puerta es inédita, por la necesaria observancia de las medidas sanitarias ante la pandemia de Covid-19, así como por el proceso de adaptación a la denominada «nueva normalidad”, que incluye el necesario distanciamiento entre las personas. El próximo domingo, antes de depositar las boletas, deberemos seguir un riguroso protocolo para el cuidado de nuestra salud y la de los integrantes de las mesas directivas de casilla. Inclusive, si así se desea, cada quien puede llevar su propio marcador.
Es fundamental conocer también las actividades que realizarán las y los vecinos que serán funcionarios para abrir las casillas a partir de las 8 de la mañana, recibir a los electores, proporcionarles las boletas a quienes presenten su credencial para votar y estén registrados en el listado nominal, cuidar las urnas, cerrar conforme a lo establecido en la ley, contar los votos y trasladar los paquetes electorales. Lo fundamental es que van a ser los garantes de una máxima de la democracia: un ciudadano, un voto. Y que cada voto emitido se cuente bien para que cuente en la jornada electoral.
En cada una de las más de 163 mil casillas electorales que se instalarán a lo largo y ancho del territorio nacional, se aplicará el mismo procedimiento que, aunque complejo, tiene previstos mecanismos de seguridad y vigilancia para inhibir alteraciones. Cada una de ellas es parte de la cadena electoral que permitirá conocer qué partido, alianza y candidatura obtendrá el mayor número de sufragios a favor.
Si bien están previstas las condiciones en las que se deberá llevar a cabo la jornada del próximo domingo, no debemos olvidar que el voto libre, informado, individual y depositado con responsabilidad es un acto personalísimo para decidir hacia dónde queremos llevar no sólo al país, también a nuestro estado.
Necesitamos un Congreso de la Unión con legisladoras y legisladores sensibles, comprometidos, dispuestos a trabajar para atender las demandas y necesidades de la población, que asuman en serio su responsabilidad parlamentaria y, sobre todo, un gobierno estatal preocupado y ocupado en todo lo que aún falta por hacer.
En definitiva, tenemos la obligación de salir y emitir nuestro voto en conciencia, por nuestro bien, el de nuestras familias y el de la comunidad. En nuestras manos está hacer y exigir a las autoridades, mejores condiciones de bien común.
Por ello es fundamental que votemos, sin perder de vista que nuestra decisión va a impactar directamente nuestras vidas. Todas y todos importamos en la construcción de nuestro futuro, sí, pero también en la consolidación de nuestro presente. Debe quedar claro que nadie, nadie, puede condicionar nuestro voto. Bien vale la pena reflexionar antes de participar en este acto cívico.
