Éxito y equipo

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Hasta ahora, la actual Legislatura local no ha sido diferente a otras Legislaturas. Sus integrantes actúan prácticamente con los mismos vicios y desenfrenos. La diferencia con algunas antecesoras suyas es que la actual mayoría legislativa pertenece al mismo instituto político que el de la gobernadora, es decir, al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

No hay ninguna diferencia con el pasado. Hoy Morena se comporta como antaño se comportó el priismo cuando era mayoría en el Congreso y encabezaba el Poder Ejecutivo.

En el caso de Tlaxcala, por ejemplo, la pasada Legislatura se comportó como oposición a propuestas provenientes del Ejecutivo cuando éste se encontraba encabezado por Marco Antonio Mena Rodríguez. En esa coyuntura nació el “fondo moches”. Si el gobernador deseaba pasar puntos de su agenda legislativa y de gobierno, tenía que entregar algo a cambio, y eso hizo.

Al ahora ex gobernador no le quedó otra alternativa que aceptar ese fondo, que por cierto nació a propuesta de Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, hoy todavía diputado local. A él le sirvió para lograr su reelección, y a su hermano para alcanzar la presidencia municipal de Texóloc. Antes, cuando el recurso federal fluía desde la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, cuando Andrés Manuel López Obrador aún no ganaba la Presidencia de la República, logró la gestión de millonarios recursos mediante la entrega de una parte porcentual del recurso que recibía. Eso no era ningún secreto.

Sin embargo, la llave de esos recursos se cerró con López Obrador. La instrucción presidencial fue que esos recursos manejados por legisladores federales debían reorientarse a los programas sociales que ahora mismo son utilizados para hacerse de una clientela electoral para ganar elecciones, entre ellas la presidencial de 2024.

Eso mismo hizo la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros en la primera iniciativa que su gobierno envió al Congreso del Estado con respecto del presupuesto de egresos: cerrar ese “fondo moches” para utilizarlo en programas sociales buscando un beneficio en próximos comicios.

Así que para diputadas y diputados locales ya hay una doble llave cerrada. La inconformidad existe pero no es externada porque la gobernadora cuenta con todo el poder para deshacer o impulsar carreras políticas. Ya desde la administración pública, ya desde Morena que está bajo su total influencia con uno de los suyos en la presidencia.

El problema es que eso mismo se ha traducido en una abyección total, sin respeto a las formas para al menos dar una imagen de respeto a la autonomía del Poder Legislativo. Eso que esta misma semana la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros llamó “éxito y equipo” con legisladoras y legisladores locales, no es una colaboración o “colaboracionismo”, sino una entrega total. Se puede ver en el número de iniciativas dictaminadas y aprobadas en el Pleno, con una amplia mayoría provenientes del Ejecutivo.

Así seguirá y concluirá la actual Legislatura, particularmente porque todos sus integrantes buscan dos cosas: reelegirse en el cargo o irse a una presidencia municipal. Y saben que quien puede darles esa oportunidad es la gobernadora.

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