La cosas que duelen instruyen

Lunes 26 de octubre de 2020

Con esta frase de Benjamin Franklin, quiero hacer una humilde reflexión después de las lamentables muertes registradas este fin de semana en Tlaxcala.

Me refiero a la sorpresiva muerte del senador de la República Joel Molina Ramírez que consternó a la clase política y a la sociedad tlaxcalteca el sábado. Y al siguiente día la del ex alcalde de Tlaxcala, Benito Hernández Fernández.

Evidentemente los dos fallecimientos impactaron, por tratarse de seres humanos sin duda, pero además por haber sido personajes políticos, representantes populares que muchos conocimos. 

En el caso del senador, la noticia me impresionó; hace apenas un par de semanas platicamos con él en el programa Frente a Frente; fue impactante saber que ya no se encuentra entre nosotros, el hombre activo en su responsabilidad legislativa y siempre en comunicación con los ciudadanos, a través de redes sociales y a través de los medios de información con quienes se mantuvo en contacto. Como todos sabemos, uno de los más fuertes aspirantes a la candidatura de Morena para buscar gobernar Tlaxcala.

La muerte del ex alcalde de Tlaxcala, Benito Hernández Fernández. Un hombre que desde mi punto de vista no fue protagónico, ayudó a quienes pudo en su administración y fue mesurado para ejercer el poder, también me causó triste sorpresa.

Después de tan lamentables hechos cada quien hará sus propias reflexiones, por ello recurrí a tratar de sacar algo bueno de lo malo; estoy convencida que sí, que las cosas que duelen instruyen, que nos dan lecciones, que nos enseñan algo; hoy por hoy en tiempos de pandemia, cuando muchas personas nos han dejado, podemos preguntarnos cómo y cuánto estamos dedicándonos a vivir realmente. 

Este sorprendente giro del destino, puede permitirnos recordar que hoy estamos, mañana quien sabe, pero si creo que quienes seguimos aquí, tenemos la oportunidad de honrar nuestra existencia, con la familia, amigos, compañeros y con toda relación que nos importa. Seguir vivos ya es ganancia.

Desde este espacio envío un saludo afectuoso y solidario a las familias de Joel y Benito; a sus amigos, a sus colaboradores, deseo que el terrible momento sea cada vez más ligero para sobrellevar.

Gracias por leerme. Hasta la próxima, si no pasa otra cosa.

América Montoya

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