Lo que hace feo un lugar

Tlaxcala, Tlax; 15 de octubre de 2021

Con seguridad, hay más de un lugar feo, en el estado de Tlaxcala, yo conozco uno que es en verdad feo; de acuerdo al más simple concepto de fealdad «que carece de belleza o atractivo y no resulta agradable de contemplar».

Se trata de un municipio que por donde se le mire, carece de vistas agradables, por sus calles que dan tristeza, tienen hoyo tras hoyo, bache sobre bache, antes y después de esos baches, topes que parecen banquetas boludas y en donde resulta imposible que el conductor de un vehículo trate de esquivar un golpe, un raspón, o peor aún sacudir su sistema de dirección, causar una mala alineación de las ruedas, una ponchadura de llantas y muchos etcéteras. Porque aún cuando se libre un tope, sin duda, tras el tope vendrá otro bache.

Habrá que sumar que los vecinos por decisión propia y sin ninguna regulación, resuelven en dónde y de qué dimensiones construir sus propias barreras u obstáculos para evitar que los locos al volante circulen sin precaución. Y aun más, agreguemos que cualquier día y a cualquier hora, el habitante de un domicilio, puede abrir literalmente la calle, hacer una excavación para obras de drenaje por ejemplo, y dejar la zanja a medio cerrar.

Por lo que hace a las personas, si bien les va, encontrarán tramos con banquetas, en su mayoría cuarteadas, angostas y llenas de vegetación, por lo que no quedará más opción que caminar por debajo de ellas.

Está el detalle de los 3548 perros callejeros que encontrará a su paso con innumerables agresiones o persecuciones, eso sí, a riesgo de aventarles una piedra para intentar defenderse  y se tenga que enfrentar «al dueño» que por cierto ni alimenta, ni cobija al animal y mucho menos se hace responsable de esterilizarlo para evitar que el problema en las calles crezca.

Ojalá todo quedara en ese tipo de fealdad, pero no es así; también es feo porque continuamente hay robos en domicilios, casi ante los ojos de  los policías que nunca logran dar con los ladrones. Motivo por el que en diversas vías, hay leyendas que rezan: «cuidado, vecinos vigilantes» «si te atrapamos te linchamos» o cosas parecidas porque según los hechos, la autoridad está muy lejos de ejercer su papel de cuidadores de los ciudadanos.

Por si todo ello fuera poco, los vecinos impotentes por la ola de inseguridad y por no encontrar justicia por la vía conducente, optan por tomar la ley en sus manos y poner escarmiento a los malhechores, incluso se han aventado la puntada de agredir, amenazar y «castigar»  a sus autoridades.

¿Dije autoridades? querría decir ausencia de ellas, no de hace poco, alcaldes van y vienen y este pobre municipio no ve la suya. Lo que lo hace feo no es su gente, no es el lugar en sí, sino el hecho de que no hay quien ame lo suficiente al lugar para poner orden, para ponerse a trabajar; para invertir en el municipio los recursos que son del municipio; para ganarse la confianza de trabajadores y pobladores.

¿A usted le recuerda algún lugar?  A mi, me recuerda mucho al municipio de La Magdalena Tlaltelulco, pero usted le puede poner el nombre que quiera, estoy segura, como éste hay tristemente muchos lugares así.

América Montoya

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