Lo que se hace a medias no sirve de nada

Lunes 17 de enero de 2022

Hace algunos días, el gobierno del estado de Tlaxcala decidió implementar nuevas medidas para proteger a los ciudadanos de contagios por Covid-19, todas ellas buenas en general; tienen que ver con restricción de horarios, limitación en el acceso a distintos lugares, por supuesto las medidas de higiene que conocemos, y la nueva fue la petición del certificado de vacunación como requisito para entrar a lugares.

Esta exigencia sin duda es buena por donde se mire, nos obliga a los ciudadanos a estar protegidos en nuestra salud. No es la primera ciudad en el mundo en pedirlo, pero si fue la primera en el país.

El tema generó controversia entre algunos que creen que eso vulnera o afecta sus derechos humanos, incluso provocó que integrantes de organizaciones se manifestaran al respecto e incluso promovieran un amparo ante el poder judicial de la federación por el decreto que emitió el gobierno estatal.

Hay de todo, ni modo hay quienes son contreras por naturaleza o no creen que una vacuna les genere defensas para combatir un mal. 

Supongo que la libertad de vacunarse o no es de cada quien, pero sin duda, la reglas de convivencia deben acatarse y si entre ellas se encuentra presentar el certificado deberá cumplirse o simplemente no acudir a donde lo soliciten, sólo que ello puede incluir el recinto laboral, entonces cada quien deberá asumir las consecuencias de sus actos.

Con todo esto, como era de esperarse, comenzaron a surgir quienes elaboran certificados falsos, pruebas, incapacidades y demás, para que aquellos logren su propósito de evadir las reglas de juego.

Por esa razón, me parece que no basta con hacer las cosas a medias como pedir un certificado sin exigir una identificación de por medio.

De qué sirve que en la entrada lo pidan si ni siquiera verifican el nombre del documento, no saben si un grupo de cinco presenta el mismo, o de otras personas o falsos. Creo que si nos hacen bien las cosas, entonces no tiene sentido fingir que se quiere hacer.

No por nada, aunque el gobierno de Tlaxcala presume ser el primer estado en solicitar el documento, a nivel nacional no le dan ningún mérito, entre otras por esa razón.

En medios nacionales de información y de opinión, se aplaude a Jalisco como el primero en implementar la medida. A lo mejor no sólo basta con hacerlo a medias, sino hacerlo BIEN.

Me despido en esta ocasión con un tema completamente diferente: me alegra como seguramente a muchos ciudadanos que se avance en el esclarecimiento de crímenes cometidos en Tlaxcala, como el homicidio de Omar Milton. Sólo no olvidemos que es obligación del gobierno hacerlo. 

Gracias por leerme en este espacio. Hasta la próxima si no pasa otra cosa.

América Montoya

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