Marco Antonio Ferriz Z.
Mucho ruido, pocas nueces. Así han sido los primeros días del gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros. Ejemplos hay varios y sorprenden por lo claro que evidencian lo que hasta ahora ha sido la actual administración estatal: buenas intenciones, pocos resultados. Veamos.
- La titular del Ejecutivo estatal, Lorena Cuéllar Cisneros, veta tres ordenamientos jurídicos aprobados por la pasada Legislatura local: el Código Penal, la Ley de Mecanismos Alternativos para la Solución de Controversias y la Ley del Notariado.
De esta última, la gobernadora explica que el veto evita una disminución de atribuciones al Poder Ejecutivo respecto a la designación de patentes de notarios titulares y auxiliares. Sin embargo, respecto de las notarías públicas dejó firme los dos nombramientos realizados de última hora por su antecesor, Marco Antonio Mena Rodríguez: el del ex secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, y el de su yerno José Antonio Flores Sánchez.
¿Acaso el veto se llevó a cabo para hacer que la disminución de atribuciones evitara nombramientos de última hora, como los realizados por Mena Rodríguez? El daño, con el acuerdo entre el gobernador saliente y la gobernadora entrante, ya está hecho.
- La gobernadora Lorena Cuéllar asegura que su administración revisa la asignación irregular de 300 plazas laborales en la Secretaría de Salud (SESA).
Bien por la revisión, sin embargo, la mandataria estatal abre un hoyo y deja abierto otro en el que están involucrados varios y varias integrantes de su gabinete ampliado con la asignación de plazas laborales en el Congreso del estado a través de un acuerdo, en lo oscurito, con el Sindicato de burócratas 7 de Mayo, cuyo líder Edgar Tlapale está en permanente cuestionamiento por su rapacidad en el cargo.
En sus declaraciones a la prensa no existe por parte de Cuéllar Cisneros ningún pronunciamiento político hacia las ex diputadas y ex diputados que ahora forman parte de su gabinete, a fin de que actúen en un sentido resarcitorio y busquen echar abajo plazas laborales entregadas a familiares y amigos que dañan el presupuesto del Poder Legislativo.
- En un acuerdo político en el que Lorena Cuéllar participó, Josefina Rodríguez Zamora fue nombrada en agosto, de este año, presidenta del Patronado de la Feria de Tlaxcala por el entonces gobernador Marco Antonio Mena. El objetivo era iniciar la organización de las actividades que se desarrollarían en la edición 2021.
Este jueves, sin embargo, después de unas desafortunadas declaraciones de la hoy también secretaria de Turismo, en las que ni siquiera sabe el color del semáforo epidemiológico en el que Tlaxcala se encuentra, la gobernadora Lorena Cuéllar anunció la cancelación de la Feria en su edición 2021.
Es claro que Josefina Rodríguez Zamora se vio impedida de preparar los trabajos de feria debido a la coyuntura de la pandemia del coronavirus por el que atraviesa el país. A un mes de que fuera inaugurada y con convocatoria de por medio publicada exprofeso para la compra de espacios comerciales en el recinto ferial, la realidad se le vino encima a la funcionaria y al gobierno lorenista.
- En agosto pasado, durante una reunión con 44 autoridades municipales electas, Lorena Cuéllar afirmó que las campañas políticas habían concluido y que ahora estaban obligadas a cumplirle a la población. A contrapelo de ese discurso, la gobernadora enfrenta ahora mismo acciones de su gente cercana, que impiden el buen funcionamiento en algunos ayuntamientos.
El ejemplo que más luces tiene encima es el de Tlaxcala, donde el alcalde morenista Jorge Corichi Fragoso tiene en el lorenista Raymundo Vázquez Conchas, a su principal oponente.
No es el único caso. En el municipio de San Damián Texoloc el propio secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, dificulta el accionar del ayuntamiento azuzando a regidores para exigir al alcalde posiciones que por ley no les corresponde. El problema de fondo es la extensión de un conflicto político que el responsable de la gobernabilidad en el estado tiene con el diputado local Miguel Ángel Covarrubias, cuyo hermano, de nombre Arturo, despacha en el palacio municipal.
Así, las cosas. Buenas intenciones de un gobierno que a cada paso que da encuentra piedras en el camino, las más de las veces puestas por el propio equipo encargado de dar buenos resultados a su jefa. Pareciera que es momento de dar un manotazo sobre la mesa.
