Vivir con miedo

 

P. Ranulfo Rojas Bretón

Lamentable pero cierto, muchas mujeres viven con miedo; sigue habiendo hombres que ejercen violencia física contra mujeres, también hay violencia psicológica, violencia verbal, violencia sexual, en fin, sigue siendo un tema pendiente y la verdad, no se ve cómo puede superarse.

En el Día  Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, día en que se nos trata de hacer conciencia sobre la violencia, indignan los episodios de todos conocidos: mujeres golpeadas, denigradas, explotadas, acosadas, obligadas a vender su cuerpo, son muchas las formas de violencia que sigue sufriendo la mujer.

Estamos en pleno siglo XXI, se enarbolan los derechos humanos, bueno, hay gente que quisiera que a los mismos animales se les reconocieran derechos, como si de humanos se tratara, y, sin embargo, a la mujer se le trata como objeto, se le utiliza como si de un desechable se tratara. ¿Hasta dónde hemos avanzado o qué tanto hemos retrocedido? La especie humana que se jacta de sensible, que se indigna por los desastres ecológicos, por la desaparición de las especies animales, que llega al colmo de humanizar a los animales, de llamar a sus “animales de compañía”, mi amor, mi niño, mi bebé, a vestirlos como si fuesen personas, no ha dimensionado el desastre que se crea en torno a la mujer.

Los números son indicativos, en 8 de cada 10 hogares hay violencia contra la mujer. Los feminicidios en México han aumentado y Tlaxcala no ha sido la excepción. Podemos reclamar al Gobierno, pero la gran verdad es que en los hogares no se educa para el respeto a la mujer. La llamada ideología de género también ha contribuido, ha provocado que no se trate con caballerosidad a la mujer porque según debe ser tratada igual, entonces, vemos a mujeres en actitudes que normalmente eran propias de hombres, mujeres emborrachándose en vía pública, tratándose a mentadas y albures. Más aún, han aumentado las peleas de mujeres: de niñas en escuelas, de mujeres en calles y mercados. Eso de hablar de damas, parece que ya ha pasado de moda.

Ahí está el problema y todos, mujeres y hombres tenemos tareas pendientes en la educación para el respeto y trato a la mujer y en la convivencia social. Sigo insistiendo que se debe continuar con lo que a mí me enseñaron: “a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa”.

Hombres valentones, agresivos e irrespetuosos que generan el miedo en la mujer deber ser la verdadera especie que debe extinguirse. Hombres de éstos hacen mucho daño, lamentablemente la única forma de terminar con ellos es la educación y las medidas protectoras del Gobierno que si bien ya existen, su aplicación sigue siendo pobre; ni qué decir del miedo de la mujer a recurrir a las instancias legales buscando apoyo porque sabe que o no será atendida o que las consecuencias serán peores.

Un tema pendiente es la autoestima de la mujer que tampoco se ha atendido socialmente.

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