Marco Antonio Ferriz Z.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tlaxcala no pasa por buen momento. No lo hace desde su derrota en la elección de la gubernatura el pasado 6 de junio, y por lo que se observa su crisis seguirá hasta después de que el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez haya concluido. No extrañaría que sea hasta finales de año cuando se decida el cambio en la presidencia del Comité Directivo Estatal.
Mientras ello sucede, el tricolor debe tomar decisiones importantes de cara a lo que se le avecina, principalmente en el ámbito legislativo. En ese contexto es que se dio la designación de Blanca Águila Lima como coordinadora parlamentaria del tricolor en el Congreso del estado.
La designación fue realizada desde el pasado 26 de julio en la Ciudad de México, y fue vía twitter que el diputado federal Ricardo Aguilar Castillo dio a conocer la noticia, pero fue hasta ayer que en medios se publicó la designación.
El tuit de referencia señalaba lo siguiente: “Reunión constitutiva del grupo parlamentario del PRI al Congreso del estado de Tlaxcala. Por decisión entre pares, ha sido electa como coordinadora del grupo, la diputada Blanca Águila Lima. Ciudad de México, sede nacional del Partido Revolucionario Institucional”.
Aunque el tuit sostiene que la designación fue entre pares, mucho dice el hecho de que en ésta no estuvieron presentes el dirigente estatal del PRI, Noé Rodríguez Roldán, y Fabricio Mena Rodríguez, quien formará parte de la bancada priista en la próxima Legislatura local.
Las ausencias son significativas, aunque en el caso de Rodríguez Roldán el argumento fue que su ausencia se debió al fallecimiento de su suegra. El caso de Fabricio Mena, sin embargo, es distinto. El Comité Ejecutivo Nacional lo vetó para ser el coordinador del grupo parlamentario.
Varios factores incidieron en el veto, como el hecho de que sin mérito político alguno ocupara esa posición, simplemente por hecho de ser el hermano del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
Por ningún cargo de elección popular Fabricio Mena ha participado y si su candidatura a la diputación local se concretó, fue más por una circunstancia política que derivó más en evitar algún tipo de traición interna en el PRI para favorecer a Lorena Cuéllar Cisneros en su búsqueda por la gubernatura.
Su cargo como secretario de Organización dentro del PRI estatal no contribuyó en nada a la movilización priista el día de la jornada electoral a favor de Anabell Ávalos Zempoalteca. En retrospectiva, de hecho, no son pocos los priistas que lo señalan de ser un caballo de Troya en el tricolor. Por eso el veto.
Ahora, ante la decisión de designar a Blanca Águila como coordinadora parlamentaria del PRI, tendrá que esperarse para saber qué decisión toma Fabricio Mena: si se separa de la bancada o se incorpora a ella con institucionalidad. El riesgo es, y lo saben en el PRI, que desde ahí trabaje a favor de las iniciativas del gobierno lorenista, asumiendo votos particulares y no como parte de un grupo parlamentario opositor.
El problema es que la designación de Blanca Águila, al parecer, también dolió políticamente al dirigente estatal priista Noé Rodríguez Roldán. El nombramiento no ha sido difundido por la dirigencia cuando, de haber estado en sintonía, tendría que haberlo respaldado y difundido de manera inmediata.
Las decisiones de la fracción parlamentaria tricolor en el Congreso local deben estar acordadas con la dirigencia estatal, a su vez respaldadas por el CEN priista. Parece que no hay tal.
El problema del PRI tlaxcalteca, en el gobierno que termina, fue la sumisión a alguien que no asumió su rol de líder desde la gubernatura. Ahora el problema es la imposición por parte de la dirigencia nacional. Lo anterior, en el horizonte tricolor, no indica buen augurio y sí, al contrario, nubarrones por varios meses más.
