Marco Antonio Ferriz Z.
La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ha sido poco aseada en la selección de algunos colaboradores suyos dentro del gabinete. El más reciente escándalo fue el de su secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela, siendo que antes de la designación y sabedora de la agenda pro mujeres que haría en sus primeros días de administración, decidió llamarlo cuando ya existía en su contra una denuncia por hostigamiento sexual agravado.
Antes tuvo que recular sustituyendo como titular del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) a la ex diputada local Luz Vera Díaz, a quien colocó como tesorera en el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Como están las cosas, es muy posible que haya más nombramientos similares, sobre todo en aquellos puestos de segundo y tercer nivel dentro de la administración estatal. Uno de ellos, por ejemplo, es en la Secretaría de Movilidad y Transportes, mejor conocida como Secretaría de Comunicaciones y Transportes (Secte), donde fue nombrado Efraín Domínguez Flores como delegado en la región de Zacatelco.
El nuevo funcionario ha dejado sentir su influencia, no se sabe si con el aval de la secretaria del ramo o con la misma gobernadora, pero su función ha sido aprovechada para sacar negocios particularísimos a través del fomento al “coyotismo”.
Desde el inicio de este gobierno, la secretaria de Movilidad, Luz María Vázquez Ávila, inició una campaña contra los denominados “coyotes”, con el objetivo de frenar los trámites que éstos realizan en la dependencia estatal.
La campaña consiste en la colocación de carteles en las oficinas y en redes sociales de la Secretaría de Movilidad y Transporte, en los cuales se alerta a los ciudadanos de posibles fraudes.
El tema ha generado tal inconformidad en un número importante de personas dedicadas a esta actividad, que un grupo de gestores ya acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para presentar una queja en contra de Luz María Vázquez Ávila, titular de la Secretaría de Movilidad, acusándola de emprender una campaña de desprestigio y de darles un trato de delincuentes.
Están en los suyo. Los inconformes argumentan que no transgreden ningún ordenamiento legal porque sólo realizan trámites a nombre de terceras personas con cartas poder para llevar a cabo reemplacamientos o regularización de unidades vehiculares, entre otras cosas, lo cual nada se los impide.
En tal sentido, precisan que el artículo 5 constitucional establece que a ninguna persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos.
El problema se complica cuando ya se observa una doble cara. Por una parte, la secretaria de Movilidad pone en marcha esa campaña en contra del coyotismo, pero por la otra designa como delegado en Zacatelco a una persona, Efraín Domínguez Flores, que le lleva las contras porque fomenta eso que quiere erradicar.
La funcionaria debería investigar el asunto e ir a las últimas consecuencias, que en este caso sería el despido del delegado, particularmente porque en el descaro total, Efraín Domínguez cuenta con oficinas cercanas de donde despacha, a través de las cuales personal suyo funge como “coyote”. Tal vez el ahora funcionario recuerde sus no muy lejanos tiempos en los que se dedicaba al coyotaje y por eso mismo lo hace ahora, sin ningún pudor, a través de terceras personas.
Domínguez Flores, habrá que subrayarlo, no solo es delegado de la Secretaría de Movilidad en Zacatelco. Es también coordinador de los delegados de esa dependencia.
Ahora mismo las delegaciones carecen de placas para motocicletas, y solo Zacatelco cuenta con ellas. Vaya cinismo con el que actúa la Secretaría de Movilidad.