A mi las cuentas no me salen


Tlaxcala, Tlax; 11 de abril de 2022

A raíz de la inédita consulta ciudadana de este domingo, en la que se pidió a los mexicanos votar por que el presidente Andrés Manuel López Obrador continúe en su cargo o no por pérdida de confianza (palabras más, palabras menos) y para lo cuál se gastaron más de 1500 millones de pesos, imprimieron más de 37 millones de boletas para permitir que se pudiera alcanzar el 40 por ciento de la votación de ciudadanos inscritos en el padrón nominal y así lograr la validez de dicho ejercicio.

Ante lo ocurrido ayer, el titular del ejecutivo, salió jubiloso ante los medios, a celebrar su «triunfo» o lo que llamó respaldo rotundo pues obtuvo  más de 90 por ciento de aprobación del 17.6 por ciento que votó en la consulta de acuerdo al conteo rápido. Pues si, visto así es un rotundo triunfo, aunque desde otros ángulos también se pueden leer otros resultados, por ejemplo:

  1. Tomemos en cuenta que en esta ocasión, no compitió contra ningún partido político y contra ningún candidato
  2. La oportunidad de votar, fue para más de 37 millones de mexicanos, sólo votó un poco más de 17 por ciento
  3. Consideremos que en los 12 estados del país donde gobierna Morena y en 20 en los que el mismo partido controla los congresos locales, la promoción a favor del presidente fue obvia y flagrante.
  4. Consideremos que al menos 21 millones de personas reciben algún apoyo económico, que pudiera estar en riesgo  por amenaza de votar en contra o no votar y ni así lo hicieron.

Sólo por decir algunos, creo que en realidad lo que se disputaba no era el resultado porque de hecho no habría cambio alguno en la permanencia del presidente, sino en la capacidad de convocar y lograr el número de votos -de lo que fuera- para mostrar músculo y capacidad de movilización.

Eso me lleva a sumar y restar y según «mis datos» significaría una derrota. No se logró el número de votos pretendidos, quienes fueron y obviamente votaron por que el presidente se «quede» fueron los seguidores de los gobiernos morenistas; pero millones de mexicanos decidieron no acudir, millones decidieron no jugar este juego.

Los números no me cuadran con la felicidad del presidente quien ganó la elección de 2018 con 30 millones de votos, pero hoy, pudiendo tener lo mismos, tuvo alrededor de 16 millones.

Creo que en lugar de celebrar, debía preocuparse o mejor ocuparse ahora si por resolver los problemas de los mexicanos, los casi 130 millones que vivimos en este país; que no se presuman antes 30 y ahora 16 millones que votaron en su favor; que responda a las exigencias y necesidades de un pueblo que nos guste o no, somos su gobernados.

Gracias por leerme en este espacio. Hasta la próxima, claro, si no pasa otra. cosa

América Montoya

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