Anabell Ávalos al PRI

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Si no se presenta algún suceso político extraordinario, Anabell Ávalos Zempoalteca tomará las riendas de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Tal vez pasen semanas para que se concrete el relevo, pero su llegada cuenta con el respaldo de diferentes grupos internos priistas.

Esos grupos dentro del tricolor han aprovechado la difícil coyuntura por la que atraviesa el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, sobre todo porque las grabaciones dadas a conocer por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, lo han debilitado de tal manera que la oposición interna para que deje la presidencia siguen existiendo.

Esa debilidad no le ha permitido llevar a cabo los cambios que ya desde meses atrás exigen, de sus dirigencias estatales, priistas de varias entidades federativas. Tlaxcala es una de ellas.

El perdedor dentro de esa coyuntura es el marianismo, que impulsa como su principal carta al diputado federal Mariano González Aguirre, hijo del ex gobernador Mariano González Zarur. Pese a ello no deja de empujar para lograr su cometido, algo que se antoja difícil.

Ávalos Zempoalteca ha retomado un activismo que había dejado desde que perdió la elección de la gubernatura en junio de 2021. En las últimas semanas fue cortejada políticamente por el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Refugio Rivas Corona, quien en la campaña del año pasado le brindó a la priista el respaldo que no le dio a la abanderada de su propio partido, Eréndira Jiménez Montiel.

De hecho, Jiménez Montiel ha sido vilipendiada por Refugio Rivas, no sólo por no respaldarla como candidata a la gubernatura, sino porque también tenía el compromiso de impulsarla como lideresa del partido en el estado. Pero el ex dirigente sindical no cumplió ese acuerdo. Ahora mismo la luchadora social siente más lejos que nunca la posibilidad, también prometida por el ex dirigente sindical, de regresar a una diputación local, que ya en su momento ocupó con buenos resultados.

Sin embargo, ante la decisión de Anabel Ávalos de buscar la dirigencia tricolor, es posible que a Eréndira Jiménez se le abran puertas que ahora mismo no están abiertas. Ya se verá qué papel juega la recién nombrada delegada nacional Sandra Aguilar Vega.

Lo cierto es que en el caso de Movimiento Ciudadano, Refugio Rivas le prometió en su momento a Anabel Ávalos Zempoalteca la primera candidatura al Senado de la República, convencido de que el partido naranja será segunda fuerza electoral en las elecciones de 2024. Sin embargo, la realidad parece querer despertarlo de ese sueño.

Ahora mismo, si bien el tricolor está debilitado, la alianza que ya se fragua en el ámbito nacional entre las dirigencias del PAN, PRI y PRD hace que Anabel Ávalos haya tomado su decisión: buscar el liderazgo priista en Tlaxcala, y de ahí alcanzar la candidatura al Senado de la República como primera fórmula. Si no pasa algo raro, deberá estar acompañada de una propuesta panista como segunda fórmula.

Suponiendo que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) siga arrasando en las elecciones, como ha venido sucediendo, las aún debilitadas estructuras priista, panista y perredista serían suficientes para darle a la ex alcaldesa capitalina su pase a la Cámara Alta.

Mariano González Zarur, por experiencia, sabe lo que significa tener la dirigencia estatal del PRI. Desde ahí él construyó su candidatura a la gubernatura en 2004, cerrando el paso a todos sus oponentes internos, incluido Héctor Ortiz Ortiz, quien por eso buscó el cobijo del PAN para buscar la gubernatura ese año, cosa que logró.

No extraña que esa misma estrategia quiera repetirla a favor de su hijo Mariano González Aguirre en la dirigencia priista. Sólo que esta vez ha topado con pared.

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