Tlaxcala, Tlax; 21 de agosto de 2025 (David Rodríguez) Durante el 2024, el 95 por ciento de los municipios de Tlaxcala destinaron más recursos de su presupuesto anual al pago de sueldos, compensaciones, dietas, prestaciones y estímulos, que a la ejecución de obra pública.
Los informes de resultados del Órgano de Fiscalización Superior (OFS), revelan que 57 municipios asignaron más presupuesto a servicios personales y menos a obra pública. Uno de los casos más graves es el de Amaxac de Guerrero que destinó a obra pública únicamente 59.2 pesos por habitante y 47.6 por ciento de sus recursos al rubro de servicios personales.
De la misma manera, el ente fiscalizador refiere que 51 gobiernos municipales destinaron más del 30 por ciento de su presupuesto total al capítulo 1000; los casos más alarmantes son los de Apetatitlán, con un 50.6 por ciento; Tocatlán, con un 52.9 por ciento; Tlaxcala, con un 60.3 por ciento; Apizaco, con un 52.4 por ciento; y Xiloxoxtla, con un 52.2 por ciento.
En cuanto a la inversión por habitante, Yauhquemehcan fue uno de los municipios que menos recursos destinó a obras públicas, con solo 111 pesos, lo que representa un 10.6 por ciento de su presupuesto. Otros municipios que también tuvieron una baja inversión por habitante fueron Tocatlán, con un 8.2 por ciento; y Huamantla, con un 9.7 por ciento.
17 ayuntamientos destinaron menos de 200 pesos por habitante para obra pública, 19 más invirtieron entre 209.8 y 298.3 pesos; 11 más gastaron entre 303 y 396.2 pesos y 11 más entre 417 pesos y 674.7 pesos por persona.
Por otro lado, los municipios que más invirtieron por habitante fueron: El Carmen Tequexquitla, con mil 186.2 pesos, lo que representa un 45.2 por ciento de su presupuesto; Emiliano Zapata, con mil 152.04 pesos, lo que representa un 36.9 por ciento de su presupuesto; y Contla, con un 31.6 por ciento de su presupuesto por habitante.
Esas mismas demarcaciones fueron las únicas que destinaron más presupuesto al capítulo 6000 de inversión pública que al de servicios personales.
Aunque no existe una norma que regule la distribución del presupuesto por partida, los ciudadanos sí pueden experimentar retrasos en el desarrollo social por falta de obras básicas y de impacto social.








































