Gabinete Montesori

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Era junio de 2002, en los tiempos del presidente Vicente Fox Quesada, que se hizo famosa una frase que puso en boga el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, con respecto a lo que sucedía en el gabinete foxista: “Con todo respeto al método Montessori, el gabinete federal es como el gabinete Montessori, donde cada quien hace lo que quiere».

Ironizaba: «Antes todo iba mal, ahora todo ha empeorado. Cada quien tiene su estrategia, sus intereses, se espían unos a otros, utilizan recursos públicos con ese propósito».

Incluso, en algún momento, López Obrador afirmó: “No hay gobierno, no hay concierto, no hay conducción”.

Guardadas las debidas proporciones, algo similar se puede decir del gabinete conformado por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros. No es que a los secretarios y funcionarios de segundo nivel se les deje actuar en libertad, más bien hay una falta de conducción originada por quien encabeza el Ejecutivo, que inevitablemente afecta la gobernabilidad.

Ejemplo de lo anterior puede verse en el enfrentamiento político que traen desde hace varios meses el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández y el secretario de Infraestructura, Alfonso Sánchez García. Tal enfrentamiento ha salido a la luz pública en la coyuntura preelectoral para seleccionar candidaturas rumbo a las elecciones de 2024, y no se nota preocupación por detener la confrontación.

Eso significa que ambos funcionarios, a pesar del llamado realizado en abril pasado por la gobernadora, en el sentido de que los funcionarios del gabinete estatal interesados en buscar candidaturas para 2024 deben esperar los tiempos legales, pues ahora es el tiempo de entregar resultados a los ciudadanos, será ignorado.

Esas disputas son aprovechadas por personajes que no tienen compromiso de ningún tipo, más que con su bolsillo. Ni siquiera con el gobierno lorenista, que es el que los contrata para resultados. Es el ejemplo de los secretarios de Salud y del Medio Ambiente. Y más recientemente con el escándalo descubierto en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, donde cinco funcionarios han sido detenidos por el delito de extorsión agravada.

¿Qué cuentas está entregando el secretario Ramón Celaya Gamboa, siendo que las personas detenidas son de su absoluta confianza? ¿Acaso también está involucrado?

Ha sucedido en Xicohtzinco con una disputa política que ya dio como resultado la pérdida de al menos una vida, y no hay visos de solución temprana. Ha sucedido en el terreno educativo, donde la falta de pericia política originó la muerte de una estudiante normalista por la falta de diálogo. Ha sucedido también en la Secretaría de Movilidad, donde un conflicto de interés en la concesión de rutas de transporte magisterial y un funcionario de segundo nivel de la dependencia, devino también en otra muerte.

Definitivamente algo sucede en el gobierno y eso no es bueno. En los funcionarios implicados hay responsabilidad, por supuesto, pero también en la persona que ahí los colocó. El problema es que pasa el tiempo y no hay correcciones. Y como se ve, no las habrá.

Lo que sucede es resultado de un equipo incompetente, no hay duda. Pero la incompetencia, no hay que dudarlo, viene también de quien ha conformado ese equipo.

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