Marco Antonio Ferriz Z.
Un silencio sepulcral es el que ha guardado el gobierno estatal, de manera particular la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), sobre la desaparición de un programa que estaba rindiendo frutos: Escuelas de Tiempo Completo.
En este mismo sexenio, antes de que Esteban Moctezuma Barragán dejara la SEP federal para irse como embajador a los Estados Unidos, existió una afirmación suya de que el programa no desaparecería.
Incluso, en octubre de 2020, durante una comparecencia en el Senado de la República y ante el descontento surgido por la desaparición de fideicomisos federales, el funcionario sostuvo que el programa Escuelas de Tiempo Completo permanecería y que la Secretaría ya había tomado determinaciones para asignarle, de inicio, 5 mil millones de pesos para el año venidero. Además, dijo que se asignarían los recursos necesarios para su continuidad.
Menos de dos años después, el pasado 28 de febrero, en silencio y a través de una publicación en el Diario Oficial de la Federación, la SEP dio a conocer las nuevas reglas de operación del programa La Escuela es Nuestra para este 2022, dentro de las cuales no aparece el rubro de Escuelas de Tiempo Completo.
La organización Mexicanos Primero criticó la medida y afirmó que la eliminación de la escuela de tiempo completo del programa La Escuela es Nuestra, significa un robo para maestras, maestros y directivos, y muestra un desprecio generalizado a los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Sostuvo: “En el contexto de regreso a clases presenciales, las escuelas de tiempo completo tenían la oportunidad de ser el vehículo para revertir la desnutrición y malnutrición, así como recuperación de aprendizajes académicos y la salud emocional de los niños y adolescentes”.
La nueva titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez –una delincuente electoral por haber otorgado financiamiento irregular al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)proveniente de un descuento de entre el 5 y el 10 por ciento a trabajadores del ayuntamiento de Texcoco cuando ella presidenta municipal- ha sido un fiasco al frente de la SEP.
Pero es claro que ella no se manda sola, pues detrás de esa decisión se encuentra la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador. Cada vez es más evidente que al gobierno federal le faltan recursos para continuar con sus obras insignia y con sus programas sociales para tratar de no perder su clientela electoral.
El problema es que en este caso el gobierno de López Obrador acabará con el apoyo en alimentación y educación de 3.6 millones de niños y adolescentes.
La decisión no fue consultada con los estados. Tal vez por ello algunas entidades federativas como Nuevo León y Querétaro, ya anunciaron que mantendrán la operación de sus planteles incorporadas al programa de Escuelas de Tiempo Completo. Tlaxcala, a casi una semana de la publicación del decreto respectivo, ha guardado silencio.
Conociendo que el estado de Tlaxcala es gobernado por Morena, no sorprendería que las autoridades siguieran en su silencio sepulcral. Ni siquiera el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ahora convertido en uno de sus aliados, se ha pronunciado al respecto.
Conclusión: que se jodan los maestros y que se jodan los infantes.
