Marcha 8M, todas pierden

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

El saldo oficial de la marcha del 8 de marzo fue de dos personas detenidas (una mujer y dos hombres), y dos policías lesionados. Poco, considerando los hechos que se desataron después de la marcha convocada por organizaciones y colectivos feministas. Pudo haber terminado en algo más difícil y complicado.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ya emitirá el reporte completo de su investigación, pero por lo pronto emitió uno oportuno en el que informó de la liberación, horas después de su detención, de las tres personas aseguradas por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

¿Qué fue lo que detonó la agresividad de un grupo de mujeres vestidas de negro? Se desconoce con precisión, más allá de las consignas que durante la marcha denunciaron: alto a la violencia, respeto, igualdades laborales y salariales, localización de desaparecidas y un largo etcétera que con justa razón enumeraron.

Previo a la marcha, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros emitió un pronunciamiento de respeto a los derechos de las mujeres, con el compromiso de asumir sus causas como propias de su gobierno. Sin embargo, la colocación de vallas y protecciones plásticas alrededor de los muros de Palacio de Gobierno y del Palacio de Justicia, así como del kiosko del parque del zócalo, fue un error.

Por más que el gobierno estatal defienda su decisión de proteger el patrimonio histórico del estado, la colocación de esos obstáculos pareció una provocación a las marchistas.

Lo anterior de ninguna manera avala el proceder vandálico con el que actuó un grupo de mujeres, que a decir del gobierno fue una infiltración. Ya se verá con las investigaciones que lleven a cabo las autoridades del Ministerio Público, pues existe una denuncia por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pero será difícil dar con las responsables.

Lo que es un hecho es que la marcha y la manifestación tendrán como saldo pérdidas millonarias para Tlaxcala, pues no fueron sólo pintas, sino destrucción lo que se registró en la capital del estado, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Lo cierto en todo esto es que Tlaxcala de ninguna manera merece lo que vivió el pasado 8 de marzo. La manera en que las mujeres tendrían que exigir mejores condiciones de igualdad en todos los ámbitos de su vida, no debe ser a través de la agresión. Ellas mismas se denigran con sus actitudes.

Ambas partes, autoridades y marchistas, tendrían que sacar sus propias lecciones y conclusiones de lo acontecido, pero de ninguna manera repetir lo sucedido. Todas pierden. No es tiempo de barbarie, sino de entendimiento. Y el diálogo es la mejor forma de alcanzarlo.

Comentario: Sigue el silencio de la Secretaría de Educación Pública del Estado sobre la desaparición del Programa Escuelas de Tiempo Completo.

Y mientras, el número de entidades federativas que invertirán recursos propios para que el programa no desaparezca, sigue creciendo: San Luis Potosí, Guerrero, Baja California, Puebla, Colima, Baja California Sur, Estado de México, Tamaulipas, Michoacán, Querétaro, Yucatán, Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato e incluso la Ciudad de México, son algunas que ya lo anunciaron.

¿Y en Tlaxcala qué dice el secretario Homero Meneses? Lamentable su silencio.

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