Marco Mena, último informe

Marco Antonio Ferriz ZMarco Antonio Ferriz Z.

Como queriendo pasar desapercibido, quizás para tratar de no hacerle ruido mediático a quien habrá de sucederlo en el cargo, el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez entregó este jueves su último informe de gobierno al Congreso local.

“Entregaremos un gobierno con finanzas sanas, sin deuda, con grandes obras, con números de seguridad muy favorables en el mapa nacional y, lo más importante, en paz”, sostuvo el mandatario en un mensaje emitido en redes sociales y en medios electrónicos de la Coordinación de Radio, Cine y Televisión (Coracyt).

En la coyuntura del cambio de poderes en el Ejecutivo y en el Legislativo, su mensaje se ha reducido a una breve intervención de minutos y la entrega de su informe a un compendio que sólo los académicos y los interesados –entre los cuales no se encuentran los legisladores- leerán. Ahí quedará porque el Congreso local ni siquiera cumplirá con su encomienda legal de analizarlo y, de ser necesario, llamar a comparecer a funcionarios para esclarecer dudas. Lo que diputados y diputadas desean, es irse ya a buscar mejores destinos, aunque algunos no lo encontrarán.

No es la mejor forma de despedirse, pero las circunstancias políticas obligan Marco Antonio Mena a hacerlo de esa manera. Otro gallo le habría cantado si su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), y la coalición de la cual formó parte, hubiesen ganado la elección de la gubernatura el pasado 6 de junio.

Lo resultados electorales le obligaron a apenas asomar la cabeza para cumplir lo que establece la Constitución Política local, en el sentido de rendir un informe sobre la situación del estado. De no ser por ello, no habría salido a la palestra.

Fiel a su estilo durante los poco más de cuatro años que duró su gobierno –estamos a menos de un mes de que lo termine-, su despedida ha sido igual de bajo, muy bajo perfil, enumerando los principales logros de su gobierno, que –habrá de reconocerse- no son pocos. Pero enumerarlos en este espacio no tiene mayor sentido, pues él mismo lo hace en su informe. Conviene, más bien, señalar tres cosas de lo que su informe no menciona.

1) Asegura que el Programa Supérate creado en su administración, redujo la pobreza extrema “a casi la mitad”.

El comunicado de su jefatura de prensa no da cifras al respecto, pero para mala suerte suya ayer mismo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer los resultados de la medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020, en el que da cuenta que Tlaxcala es una de las tres entidades del país con el mayor aumento de su población en situación de pobreza extrema, al pasar de 3.3 a 9.8 por ciento. Es decir, el número pasó de 42.7 mil a 132.9 mil personas.

2) Tlaxcala fue el último estado del país en registrar el primer caso de Covid-19 y el primero en el centro del país en pasar a semáforo epidemiológico verde. Reconoce, en pocas palabras, que la pandemia del coronavirus ha sido el reto “más grande” al que su gobierno ha hecho frente, pero en su afán de no enfrentarse a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no señala crisis puntuales por la falta de apoyo federal y qué impacto tuvo la carencia de respaldo.

Ni siquiera ahora, a días de entregar la estafeta a Lorena Cuéllar Cisneros, el gobernador da un diagnóstico puntual sobre cuál es la situación escolar de los miles de alumnos y alumnas que integran la educación básica en el estado, ni cuál es la situación de la infraestructura en los cientos de planteles educativos que se ubican dentro del territorio estatal. El próximo ciclo escolar está a la vuelta de la esquina y existe incertidumbre sobre en qué condiciones se iniciarán las clases presenciales y si éstas serán escalonadas.

3) “Deseo a la próxima gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros todos los éxitos y que su gobierno logre todos los propósitos a favor de los tlaxcaltecas”.

Lacónico, el mandatario estatal no se mostró prolijo -como lo fue en 2018 cuando regañó a los integrantes de su gabinete- para hacer una evaluación democrática de los comicios del 6 de junio. Tampoco sobre el comportamiento que tuvo su gobierno en el proceso electoral 2020-2021.

En resumen, tres semanas faltan para que Marco Antonio Mena cumpla su periodo y tenga que dejar el cargo de gobernador. Lo hará formalmente, pero desde hace semanas lo dejó en los hechos. Su papel ahora es el de un mero administrador, no el de un gobernante.

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