Tlaxcala, Tlax; 19 de abril de 2021
Mucha expectación generó el desarrollo del primer debate obligatorio entre las y el candidato al gobierno del estado de Tlaxcala, porque de alguna manera la palabra debate significaba una confrontación de ideas, posturas, propuestas y la defensa de las mismas frente a los contrincantes.
De acuerdo a ese concepto, no hubo entonces ningún debate, nadie cuestionó de fondo las propuestas del equipo de enfrente; los siete aspirantes a la primera magistratura del estado, se limitaron a exponer sus diagnósticos sobre dos temas específicos, la salud y la seguridad, medianamente propuestas, algunas interesantes, otras no muy concretas y otras sólo como planteamiento de buenas intenciones.
Fueron todos muy cuidadosos de no confrontar, de no sentirse provocados y aunque el mecanismo organizado por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, les permitía a través de una bolsa de tiempo, abundar en sus opiniones y defenderlas ante posibles cuestionamientos, no los hubo.
Cada quien trató de aprovechar su tiempo con la insistencia de que su proyecto es el mejor para gobernar Tlaxcala. Y como era de esperarse, al final, los equipos de campaña enviaron sendos comunicados para asegurar que su abanderada o abanderado, habían ganado el debate.
Aún así, creo que el ejercicio de reunir a quienes aspiran a una responsabilidad tan seria como es gobernar, para escuchar su proyecto, fue interesante. En un escenario bajo las mismas condiciones, con el mismo tiempo y con similar plataforma de difusión, miles y miles de ciudadanos siguieron y expresaron sus opiniones y muestras de apoyo a quien creen que significa la mejor alternativa de gobierno.
El tema de interés general fue la lucha contra la trata de personas; el único que intentó generar discusión fue Juan Carlos Sánchez, sin provocar mucho interés en las aludidas, Lorena Cuéllar y Anabel Ávalos.
Durante los siguientes días, podría verse en las mediciones si hubo cambios en las preferencias; en mayo se llevará a cabo el segundo ejercicio de esta naturaleza, con las campañas y las pasiones ya muy avanzadas.
¿Alguien ganó el debate? ¿realmente alguien gana los debates? o sólo son suposiciones que hace cada equipo de campaña. Y en todo caso ¿ganar un debate significa ganar una elección? yo respondería a todo no, al final, quien debe ganar, es el pueblo de Tlaxcala.
Gracias por leerme. Feliz semana y hasta la próxima si no pasa otra cosa.
América Montoya
