Por: Adriana Dávila Fernández
Los ejercicios para rendir cuentas ante las y los ciudadanos, además de obligatorios, son fundamentales para informar sobre el trabajo realizado, desde el ámbito de competencias y facultades, durante un periodo determinado.
En ese orden de ideas y en el marco de la Legislatura de la Paridad de Género es que el diputado Absalón García y su servidora, presentamos de manera conjunta, nuestro Segundo Informe de Actividades Legislativas y de Gestión. Tenemos pleno convencimiento de lo importante que es dar a conocer, de forma transparente, lo que se hizo y lo que se propuso, pues las y los mexicanos están cada vez más interesados en conocer y evaluar el quehacer político de sus representantes populares.
Este segundo año de actividades ha sido complejo, porque nos encontramos en medio de tres crisis: la económica, la de salud y la de inseguridad pública, que se han agudizado tras los estragos de la pandemia, sin que este gobierno tenga la mínima intención de cambiar el rumbo.
Ante el aumento del feminicidio en un 13%, propusimos la creación de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar el Feminicidio, la cual no ha contado con la voluntad política de la mayoría legislativa para sacarla adelante. Ante el suministro de medicamentos contaminados en el Hospital de Pemex, en Tabasco, exigimos que se transparentaran las investigaciones, se atendieran a las víctimas y se reparara el daño a los familiares de quienes perdieron la vida. Ante la obsesión de continuar con proyectos inviables como el tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, hicimos una consulta en la que las y los mexicanos se manifestaron por reorientar esos recursos para proteger al personal de salud. Ante el peor manejo de la pandemia, que tiene a más de 108 mil familias de luto, propusimos un Programa Nacional de Preparación y Respuesta por Enfermedades o Epidemias Graves. Ante la pérdida de 12.5 millones de empleos y el cierre del 92% de pequeñas y medianas empresas, propusimos un Ingreso Mínimo Vital de Emergencia. Ante el grave riesgo que corre el campo, propusimos que se le regresen los apoyos eliminados.
En la Cámara de Diputados nos enfrentamos a la cerrazón de Morena y sus aliados, que al conformar una mayoría artificial y en nombre de la austera circunstancia, impusieron dictámenes, sin importar el daño que han hecho al destruir, cancelar y desaparecer programas y proyectos que habían funcionado y beneficiaban a millones de mexicanos en condiciones de vulnerabilidad, además de que han debilitado a las instituciones federales, a los gobiernos estatales y municipales, a los órganos autónomos constitucionales.
Pese a los argumentos técnicos, operativos y jurídicos que los legisladores de Acción Nacional presentamos en tribuna, para defender causas; para que el Presupuesto de Egresos 2021 fuera reorientado según necesidades y no necedades; para evitar la eliminación de 109 fideicomisos, nos topamos con oídos sordos, indiferentes e indolentes, que solo responden a la consigna de obtener recursos económicos de donde sea y como sea, para manejo discrecional del Poder Ejecutivo. Queda claro que lo fundamental es controlar su estructura clientelar a través de los programas asistenciales. Es lamentable que prevalezca la política electoral sobre la política pública eficiente, y que dos años después, vivamos las consecuencias de la ineficacia institucional.
En todo momento, las y los legisladores de Acción Nacional alzamos la voz, aún y cuando no nos alcanzaron los votos para poner un alto a las imposiciones que obedecen al autoritarismo presidencial. Nuestro deber y nuestra responsabilidad es seguir en la defensa de los derechos y libertades de las y los mexicanos.
