Marco Antonio Ferriz Z.
Conforme se acercan los momentos definitorios de la selección de candidatos en cada uno de los partidos políticos, diversos personajes ocupantes de funciones públicas se van acomodando en el sueño de tener futuros promisorios. Es el caso del presidente municipal de Apizaco, Pablo Badillo Sánchez, quien le ha dado la espalda a Acción Nacional (PAN) para convertirse, en los hechos, en un coordinador de campaña distrital de Sergio González Hernández, hoy ocupante de la Secretaría de Gobierno en el gabinete de Lorena Cuéllar Cisneros.
Los enormes recursos económicos con que cuenta el alcalde rielero, los ha puesto a disposición del oriundo de Texóloc, en aras de verse favorecido en caso de que la candidatura morenista al Senado de la República sea para el funcionario lorenista.
Apenas el miércoles de esta semana Pablo Badillo Sánchez apagó velitas por cumplir años. No fue una celebración cualquiera. Lo hizo tan pomposamente que a su festejo llegaron unas 2 mil personas, la mayoría panistas integrantes de la estructura blanquiazul en el municipio y en el estado.
Para sorpresa de muchas de las personas asistentes, a ese festejo llegó como invitado especial un viejo camarada militante del PAN, al que por cierto traicionó cuando ya no vio posibilidades de seguir creciendo políticamente para cumplir un sueño anhelado desde que ocupó la Secretaría de Gobierno en los tiempos de la administración de Héctor Ortiz Ortiz.
Efectivamente, Sergio González Hernández acudió como invitado especial ante la sorpresa de la militancia panista que se dio cita en el auditorio del Seminario Mayor, ubicado entre los límites de los municipios de Apizaco y Yauhquemehcan.
Sin decirlo abiertamente, Pablo Badillo puso a merced de Sergio González una nada despreciable cantidad de invitados como apoyo a sus intenciones de llegar a la Senaduría.
No es la primera vez que el alcalde rielero se comporta de esa forma. Ya en la feria de Apizaco, en un evento de paellas, hizo algo similar teniendo como invitado especial al mismo González Hernández.
Es decir, esta alianza política de conveniencias mutuas que el alcalde de Apizaco tiene con el secretario de Gobierno, viene de tiempo atrás y se consolida conforme se acerca el tiempo de definiciones. Y todo ello sucede ante un convidado de piedra en que prácticamente se ha convertido la dirigencia estatal panista.
La lideresa blanquiazul Miriam Martínez Sánchez debería actuar en consecuencia para poner un alto a las descaradas acciones del alcalde. Tendrá su estrategia para hacerlo, es seguro, pero la novel presidenta panista deberá tener presente el viejo y conocido refrán de que quien traiciona una vez, traiciona dos veces.
Pablo Badillo Sánchez fue parte en su momento del grupo que conformó Adolfo Escobar Jardínez cuando éste encabezó el ayuntamiento de Tlaxcala. Ocupó en ese entonces la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de la capital tlaxcalteca y posteriormente se acomodó dentro del grupo político del ahora delegado del CEN del PAN en Puebla, Julio César Hernández Mejía, ex alcalde Apizaco de quien recibió todo el respaldo político para ganar la candidatura panista, primero, y el ayuntamiento rielero, después.
El PAN ya tiene como antecedente lo sucedido con Miguel Polvo Rea, ex alcalde y secretario general del PAN, quien abandonó al partido para apoyar la causa lorenista en las elecciones de 2021, para ocupar más adelante un cargo de segundo nivel en la actual administración. Con esa experiencia, la dirigencia blanquiazul sabrá qué hacer con los traidores. Aún es tiempo, de lo contrario el daño será mayor.