Por Miguel Ángel López FaríasNerón, Caligula, Hitler, Victoriano Huerta, Mussolini, Leónidas Trujillo, Chávez, etc. La lista es larga, polémica pero llena enciclopedias, son perfiles de la locura, hombres que sumergidos en los vapores del poder asumieron que la historia les pertenecía, absortos en su sola voz, incapaces de reconocer que podrían equivocarse, fallar; aturdidos de las mentes gracias a que en todo su horizonte no existía un solo contrapeso y cuando este aparecía lo borraban, rodeados de “colaboradores» mediocres, grises cuadraplejicos intelectuales.
Estos mesías llevaron a sus imperios o naciones a la ruina, las incomunicaron y terminaron ahogados en su propia desgracia.
No hay buenos recuerdos para ellos, solo las citas en las líneas de la historia para ser recordados como tumores que infectaron con muerte, destrucción a sus regiones o el planeta.
Desde hace algunos años se vino levantando en ese mausoleo el sitio para un nuevo inquilino, uno más de los desquiciados pero por razones de la medianía mental y el hartazgo social llegó al poder de la nación más poderosa, Donald Trump es esperado en la sala de la vergüenza mundial, ahí está su lugar, él mismo creó su espacio sus afanes golpistas, la brutalidad de la arrogancia, el desprecio hacia las otras opiniones, la mezquindad de sus acciones y la más terrible enfermedad que se presenta entre los hombres: la IGNORANCIA, alimentada por la idea de tener la razón llevaron a que en el Capitolio de los EUA se mostraran los demonios de la división en una sociedad que nos acostumbró a un modelo casi perfecto de convivencia y civilidad políticas.
Las torres gemelas de la moral estadounidense se vinieron abajo y no ha sido culpa de los talibanes, ahora fue el turno de esa especie de yihad de guerra santa gringa en donde las armas, los muertos y la destrucción se posaron en el corazón mismo de la democracia.
Donald Trump, es una caricatura que nunca debió ser, que como muchos más “líderes” surgen de los caldos de ese populismo que no crea, que solo destruye, que se alimenta de la guerra entre hermanos los Estados Unidos de Norteamérica pagan hoy con una moneda que en otras regiones del planeta conocemos, en donde los modelos gorilezcos han hecho trizas cualquier aspiración de buen gobierno.
Las imágenes del ataque al Capitolio son para nosotros un deja vú, un guion que conocemos bastante bien, que obliga a la pregunta, ¿resistirá el andamiaje de las instituciones norteamericanas la serie de incendios que ha provocado su presidente o les ocurrirá lo mismo que a otros países en donde se nos acostumbró a vivir con las fracturas expuestas?
Que costoso resulta abrirle la puerta a los desquiciados y en EUA están “calando» lo que debajo de su frontera sur se vive.
No es regaño, es Picotazo Político
Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico ‘Urbe de Hierro’, transmitido por ABC Radio 760 AM de 4 a 5pm.
Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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