HUAMANTLADA: El toro en la calle de México

Por: Oswaldo López Sánchez

La población mexicana celebra este 19 de agosto una edición más de su peculiar “Festejo Taurino Popular”

Si habláramos de una comunidad mexicana donde la afición taurina está arraigada en lo más profundo de su ser, sin lugar a dudas vendría a la mente el estado de Tlaxcala. Pequeño en tamaño, pero grande en su afición, Tlaxcala no solo es cuna de prestigiosas ganaderías, también es semillero de toreros, a tal punto que dicen de esta tierra: “Quita una piedra y salen toreros”.  A su vez, alberga plazas de toros con gran renombre y un museo taurino que guarda en su interior valiosas piezas del mundo del toro. Con ello, la importancia de esta entidad a lo largo de la historia taurina de México es extensa.

Dentro de este territorio se encuentra la población de Huamantla, cuyo nombre en lengua Nahuatl significa “Lugar de árboles juntos” y que cuenta con el título de Pueblo mágico. Las fiestas de la localidad se realizan en el mes de agosto en honor a la Virgen de la Asunción o Caridad como se le conoce en esta tierra. Una de las tradiciones más destacadas es La noche que nadie duerme, llevada a cabo cada 14 de agosto por la noche. En ella se le rinde pleitesía a la santa patrona llevándola por las principales calles de la metrópoli, adornadas con tapetes coloridos de aserrín y flores. El tema taurino no está exento. En su plaza de toros, llamada La Taurina, se realizan corridas de toros con participación de los principales ases de la torería mexicana. Por otro lado, el tercer sábado del mes, se realiza una suelta de reses bravas por las calles. Es aquí donde se aprecia en su máxima expresión la lidia informal, naciente de una tradición española que al paso del tiempo se transformó en una práctica taurina distintiva del estado: La Huamantlada.

Su origen tiene lugar en un viaje que realizó el ganadero Raúl González (Q.E.P.D), propietario de Piedras Negras, a España, al lado del matador de toros Jorge Aguilar “El Ranchero” (Q.E.P.D), quien hacia campaña por aquellas tierras. Don Raúl (como le decían de cariño) asistió a Pamplona y presenció los encierros de San Fermín.  En ese momento germino la idea de realizar un espectáculo similar en la ciudad de Huamantla.

A su regreso planteó esta idea y tras generar interés, conto con la colaboración de varios aficionados, de quienes destacan: Eduardo Bretón González, Manuel de Haro Caso, Sabino Yano Sánchez, Gonzalo Macías Galaviz, Vladimir Zapata,  y Miguel Corona Medina. Ellos, junto con Raúl González, formaron la iniciativa. El entusiasmo y el empeño de estos personajes propiciaron la realización de este espectáculo. En sus comienzos se denominó “PAMPLONADA”, en alusión al evento que dio su origen.

El 15 de Agosto de 1954, día grande de las fiestas, se realizó el primer encierro de toros por las calles en la localidad. Alrededor de las 10:00 h. los toros de la ganadería de Piedras Negras protagonizaron dicho acontecimiento, en un trayecto limpio y sin sobresaltos. Una carrera que apenas pasaba de 2 minutos. El punto de inicio estaba situado en unos corrales improvisados en un Frontón, pasando por las calles Juárez, Zaragoza y Allende para finalizar en los corrales de la plaza de toros. Los bureles fueron lidiados en la tarde por los matadores: Manuel Capetillo, Jorge Aguilar “El Ranchero” y Rafael García.

A partir de aquella fecha, Huamantla veía el nacimiento de su festejo taurino popular.

Durante algunos años, la pamplonada se realizaba de igual modo hasta que los mismos residentes de la localidad comenzaron su variación. Los vecinos del pueblo dejaron de correr delante de los toros para plantarse frente a ellos y lidiarlos de formas muy peculiares. Esto conllevo al descontento de los matadores, quienes se quejaban del sentido que adquirían los toros durante el trayecto, generando peligro constante para el matador, quien se encargaba de su lidia por la tarde. La controversia que suscitó este hecho fue tanta, a tal punto que algunos matadores se negaron rotundamente a actuar aquella fecha. A partir de entonces, se forman las peculiaridades de este festejo.

A finales de la década de los sesenta, se decide cambiar el estilo de este evento. El circuito ya no busca guiar a los toros, sino liberarlos en un perímetro seguro y cerrado. Se colocan burladeros improvisados a lo largo del recorrido. Los toros se encuentran encerrados en cajones para después ser liberados a lo largo del recorrido. Son animales a modo para que el público participe y se divierta. Se determina la regla de los tres cohetones. El primero comunica que el festejo esta por comenzar. El segundo señala el cierre de las puertas de acceso al circuito y el tercero anuncia la suelta de los animales. A partir de aquel momento, se anuncia como Pamplonada estilo Huamantla.

La década de los ochenta seria crucial; pues cambia definitivamente su nombre y es bautizada como la conocemos actualmente: HUAMANTLADA.

En los años noventa comienza a ser considerado como un espectáculo taurino masivo. Miles de personas se dan cita en la localidad el tercer sábado del mes de agosto a las 11:00 horas para disfrutar del evento.

La consagración máxima de la fiesta llega en los primeros años del siglo XXI. Cambia el horario de inicio; es decir, al medio día y la masificación comienza a hacerse presente. Para albergar a tanta gente que asiste se decide realizar la construcción de palcos improvisados que den cabida a todos los espectadores.

El propósito de este espectáculo es que la gente participe lidiando a los toros. Sombreros, playeras, capotes y muletas son los instrumentos usados para ejercer la práctica taurina, aunque tampoco se abandona la idea de correr delante de las reses. La localidad tlaxcalteca se convierte en punto de encuentro de un gran número de maletillas, que llegados de todas partes del país buscan la oportunidad de saciar el gusanillo.

Además, la Huamantlada daría origen a muchos espectáculos de esta índole en el estado y en otras entidades del país. La Xiqueñada en Veracruz, la pamplonada de Tulantepec, en Hidalgo, La Marquesada y la hoy extinta San Miguelada en Guanajuato entre otros.

Este sábado 19 de agosto, la Huamantlada celebrará una edición más, donde la emoción y el riesgo forman parte de un espectáculo donde el toro, es el único protagonista.

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