RECORTADORES: Los reyes del festejo popular

Por: Oswaldo López Sánchez

Durante mucho tiempo se ha considerado al toro como el único protagonista de la lidia formal. Aquella que exige fuerza, entrega y bravura en los tres tercios, realizado por el matador y su cuadrilla en las plazas de toros. El toreo ha adjudicado a la tauromaquia su calificativo más claro. Sin embargo, el protagonismo del toro va más allá del ruedo.

Habrá que remontarnos a siglos atrás, donde la lidia del burel era más lúdica y el recinto donde se llevaban a cabo eran las plazas mayores. Fue ahí donde surgió el toreo como lo vemos hoy y la creación de una celebración informal denominado festejo popular.

Esta actividad recibe la denominación popular, ya que en este evento todos, o casi todos pueden participar. Festejos como los encierros y las capeas son muestra de este modo de lidia. Es aquí donde nace un espectáculo que en la actualidad goza de gran popularidad: la lidia a cuerpo limpio.

Desde aquellos rituales de iniciación a la madurez hechos por los jóvenes cretenses a los prestigiosos concursos celebrados en las plazas de Valencia, Castellón, Madrid y Zaragoza. De las acrobacias diving leaper y Evans a los saltos gimnásticos del francés Nicolás Vergonzeanne. De la invención del quiebro por parte de Antonio Carmona “El Gordito” al quiebro de la sabaeta de David Sánchez “el Rata”. De los recortes al brazo con la capa al recorte de riñón de Sergio Delgado. La lidia informal ha elevado la grandeza de unos personajes que usan el cuerpo como avió, quienes basados en el valor, temple, condición física, agilidad y vergüenza torera burlan las bravas acometidas de un toro en puntas. Nacidos en el pirineo y perfeccionados en Castilla y León. Son los recortadores.

Los recortadores provienen de aquellas cuadrillas de hombres que recorrían los pueblos del norte de España, entreteniendo al público con piruetas y fintas. A estas agrupaciones se les denominaba “toreadores”. También se considera como origen de esta lidia al “escudero”, personaje que protegía al caballero en plaza, durante el alanceo de toros, usando la capa o el cuerpo en valerosos quites.

De esta lidia peculiar surgen tres modalidades de corridas: la landesa, la camarguesa y los recortes. Las dos primeras en Francia y la última en España.

La lidia a cuerpo limpio ha dado mucho a la perdurabilidad de la fiesta. Si se excluye de la tauromaquia sería una falta muy grave. El toreo como lo conocemos hoy proviene de dos vertientes: el navarro y el andaluz.

El primero se especializaba en juegos gimnásticos, mientras el segundo burlaba las acometidas con mantas. La lidia formal como la conocemos actualmente, conserva ambas vertientes.

En México han sido muchas las plazas que han tenido la fortuna de ver esta exhibición de  recortes increíbles, quiebros espectaculares y poderosos saltos de la mano de grandes recortadores, quienes nos ofrecieron esa gran variedad de suertes.

El espectáculo de los recortadores ha crecido y expandido en los países taurinos durante los últimos años. Tiempo que sirvió para su consagración ante el mundo taurino y su consolidación como los reyes del festejo popular.

 

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